¡Acuérdate del pastorcito!

Para mí, la lectura es una forma de desconectarte del mundo real, alimentas la imaginación y enriqueces tu alma por todo lo que un libro te puede enseñar, además los lazos que se crean con un simple cuento son recuerdos que te quedan en el corazón para toda la vida, por estas razones, cuando supe que estaba embarazada puse como prioridad inculcar en mis hijos el amor por la lectura.

Apenas mi primer hijo comenzó a tener interés por los libros, me puse en la ardua tarea de elegir que leer, tenía que ser algo que a su corta edad le deje algún aprendizaje (como mamá primeriza una siempre quiere un todo en uno). Así que abriendo la caja de Pandora de mis recuerdos más profundos saqué, lo que según yo, iba a ser la trama perfecta: las fábulas. Elegí la típica del pastorcito y el lobo, a mi hijo le encantan los animales, yo podía hacer un drama perfecto cuando el pastor mentía que el lobo llega y encima él iba a entender perfectamente que no se debe mentir; me sentí la mamá más pilas del mundo mundial!..así que comencé cada día a contar la famosa trama, mi hijo era fascinado, además en la rutina diaria cuando se le escapaba alguna mentirilla no podía faltar la advertencia (con sabor a amenaza) de “acuérdate del pastorcito” y él con sus ojitos bien abiertos me decía “si mami” y yo feliz porque, a mi parecer, el mensaje estaba clarísimo.

Resulta que en navidad cuando mi pequeño estaba cerca a los 4 años, mi mamá le compra el traje de pastorcito, ya que en la guardería me mandan un papel en el que indicaban que en el show navideño le tocaba salir de dicho personaje, era perfecto! Teníamos el traje, el amaba su rol después de meses de inculcarle que la verdad ante todo y el pastor era el digno representante de aquel valor. Llega el día del evento y se me ocurre preguntarle “mi amor sabes qué hicieron los pastores cuando el niño Jesús nació?” Y me responde con toda la seguridad del caso, “ sí mami los pastores mienten, y estaban ahí para mentir.. le gritaban al Niño que viene el lobo para que todos en el nacimiento corran y en realidad no venía, mienten”.. fue en ese momento en el que me tocó trabajar para sanar la fama de los pobres pastores ante mi hijo, comenzar a escoger más variedad de cuentos y claro hoy las fábulas vienen acompañadas de un refuerzo explicativo de mi parte, así me aseguro que ningún otro personaje quede con la moral afectada!…

Pamela Vaca